viernes, 11 de marzo de 2011

LOS MAÑICOS

Querido diario,


Tras dos semanas dedicadas totalmente a realizar mis merecidas vacaciones en familia y el esperado viaje de “luna de miel”, estoy de vuelta en Torontontero con las pilas cargadas para devolver a esta ciudad, y al mundo enteríto, la paz y la tranquilidad que se merecen.

Que qué he hecho estas dos semanas? Pues la verdad es que ha dado para bastante...

Para comenzar, aprovechando la “fasbuslosa” Semana Blanca que tan gentilmente nos han regalado los políticuchos que tenemos... nos fuimos todo el Escuadrón Justiciero (Miss More, Piltrafilla, el Bicho y yo mismo) a pasar unos días de relax a nuestra segunda base secreta, en un lugar secreto, con alter egos secretos y todo muy, muy secreto.

En Banyoles (mierda, se me escapó!), no hubo mucho trabajo y disfrutamos de unos días sin “movimiento de villanos”.

Diferente fue la segunda semana...

Tras unos días en familia, Miss More y yo decidimos realizar (solitos) nuestra “luna de miel” tras el bodorrio de hace unos días. El destino de nuestro viaje también es secre... qué coñio, si se me escapará tarde o temprano! Nos fuimos a Huesca, a un hotel del centro y a “establecer” nuevas técnicas para el combate cuerpo a cuerpo (uuuhhmmmm... me pingo morcillón solo en recordarlo...).

Pues bien, todo iba la mar de bien cuando una noche, tras el “paseo-típico-de-enamorados-apollardaos-cogidos-de-la-mano-diciendo-cuantotequieroamormíopuesyotequieromásnoyomásyomásposvale”, se nos presentaron una pandilla de grandullones muchachotes con pinta algo extraña.


-Us abéis fijao lo maja ques esta muchachaaaaa?

-Pos algo le debe pasar, porque pa ir con este chuchirriiiiio...

Jejejeje

-Anda pues, mañico, dale un buen mandao dostias y lonvias pa su casa caliente.

Jajajaja

-Asinas lenseñamos a esta mujer lo ques un buen chorizo daragóóóón.

Jujujuju


“Uy, lo que man dichoooo” pensé yo. Uno cosa era que se mofaran de mi escultural perfil redondeafo, otra de mi vestuario carnavelesco... pero de mi chorizo? Bueno, y también que Miss More escuchara tales soeces (que fino me puesto tras la boda...).

Nada, que tocaba poner a la pandilla de Los Mañicos en su sitio.

-Perdonen caballeros, pero creo que es impropio hablar tan descaradamente delante de una dama. Ruego pidan disculpas a mi acompañante antes de batirnos en singular duelo por nuestro mancillado honor.

-...

-...

-...

-Ca dichoooo?


Y así comenzó todo: ellos atacando con sus mortíferos manotazos jamoneros, yo con mi eruto carbonizante, ellos con sus barrigazos descolocantes, yo con mi ataque “Perrito Piloto” o refriega en la entrepierna, ellos con su cante de jotas, yo con mi colección de chistes malos, ellos con..., yo con..., ellos..., yo..., .., …


-No acabaréis conmigo tan fácilmente! Soy el Capitán Chistorra y mi obligación es...

-Ca dichooooo?

-Algo de ques propio jugar a las damas para batir una manzanilla.

-Nooo, lo dantes no, lo daora!

-Algo de una chistorra

-Ale, mañico, queste hombretón nos está invitando a cenar! Vamos a dejarle datosigar y a llevarlo a un buen bar, hombreeee!

Y así fue como “salí victorioso” de esta contienda. De esta sí, porqué Miss More, al ver que me largaba con Los Mañicos, me gritó:


-Oye, y nuestro “paseo-típico-de-enamorados-apollardaos-cogidos-de-la-mano-diciendo-cuantotequieroamormíopuesyotequieromásnoyomásyomásposvale”?

-More... estooo...un poder conlleva una gran responsabilidad!

-Ya te daré yo poder cuando llegues al hotel, ya!


Donde dormí aquella noche y como... ya lo explicaré otro día. Eso sí, caliente, lo que se dice caliente... un rato largo. Y no fue precisamente por la chistorra.

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