Dime con quién vas
y te diré qué tienes que hacer
(2a parte)
(2a parte)
Meme-Oh-Toha
Capital de Reinos Recordados
Una vez llegaron a la habitación, Rumik comenzó a hablar hacia el mas oscuro de los rincones de la sala con voz solemne y respetuosa. En una de las butacas, escondido entre las sombras, parecía haber una figura misteriosa que observaba al grupo de recién llegados.
-Mi señor, el grupo que esperaba ya ha llegado. - fue cuando miró uno a uno los componentes de tan singular equipo – y han mencionado la contraseña secreta: “Quien se ha cagao, que güele a bakalao, tu por tu, has sido tu”.
Los miembros del grupo se miraron intrigados los unos a los otros. Cada uno había recibido un mensaje donde se pedía la asistencia a una cita en “La Muñeca Chochona”, aquella misma noche, donde debían decir una contraseña secreta a Rumik Aquinosefia, las palabras que el enano acababa de nombrar.
Ahora comenzaban a entender alguna cosa. Aquel encuentro estaba preparado por la persona que firmaba el mensaje: Armando Jaleo of Balls, paladín y monarca de Reinos Recordados.
Un inesperado sonido rompió las reflexiones de Tralín, Prince, Edenwinder y Smith. Una canción que entonaba una letra que decía algo así como “suavementeeeee besameeee, que quiero sentí tus labios rosssandome otra vesssss”, hizo que la misteriosa figura reaccionara velozmente. Rebuscando en uno de sus bolsillos, apareció una bola de cristal a la que, situándosela en la oreja, el desconocido le hablaba como si se tratara de una persona.
-Hooooola... si, si....estoy aquí, reunido, si...si, si... ahá... de acuerdo... si pero... vaaaale... no, no, no... ahá... cuenta que... eeeeso... si, si, si... peroooo... no, no, no... ahora no puedo... vaaaale... esta noche... siiii... yo tambien... no, yo mas... siiii... te dejo... veeeenga.
Tras aquel misterioso diálogo con la bola de cristal, el desconocido la introdujo de nuevo en su bolsillo y se alzó de la butaca. Tras unos pasos en dirección al grupo, la luz de las velas iluminó su rostro y el asombro se plasmó en los rostros de los miembros del equipo: era el máximo dignatario del reino, don Armando Jaleo of Balls, en persona.
-Sed bienvenidos y gracias por la asistencia a mi desesperada llamada. El tiempo apremia, así que iré al grano:
Hace ya mas de 500 años del final de la mas cruel de las guerras de Reinos Recordados, donde se enfrentaron todas las razas de estas tierras: humanos, elfos, enanos, orcos, drag-queens... La Guerra del Bak-ah-lao originó unas hondas heridas difíciles de curar y olvidar, pero con la ayuda del poder arcano de una espada, se consiguió la paz que todos ansiaban.
Fueron los 5 sabios los que crearon a Escubidur, una mágica espada capaz de retornar la calma a estas tierras. Tras restablecer la armonía y el acuerdo entre las razas, la espada fue ensartada por medio de la magia en una roca sagrada por nombre Gibra-altar, impidiendo que nadie pudiera extraerla de allí.
Pero oscuros vientos soplan en Reinos Recordados.
Un malvado general está decidido a apoderarse de Escubidur y proclamarse amo y señor de toda criatura viviente de estas tierras. Malus Kagontó se servirá de cualquier método, por sangriento y vil que pueda parecer, para conseguir dicha arma de poder ilimitado. Vuestra misión es bien simple: impedir que eso suceda.
En vuestras manos está el futuro de las gentes de Reinos Recordados.
Armando Jaleo of Balls miraba a todos y cada uno de los miembros del grupo. Deseaba haber sido capaz expresar la importancia de aquella misión. Ahora solo faltaba esperar la respuesta de aquellos “futuros héroes” que las crónicas de Reinos Recordados recordarían por siempre jamas. Pero un silencio se aposentó en la oscura habitación. Todos los miembros del grupo de aventureros aún estaban asombrados del hecho de encontrarse frente al “gran” paladín de Meme-Oh-Toha. No sabían como reaccionar!
Armando Jaleo of Balls entendió aquel largo silencio como una respuesta afirmativa. De todos modos, el monarca dudó seriamente sobre si aquellos cuatro “elegidos” eran los mas adecuados para realizar tan importante tarea. Pero era la última posibilidad que tenía, ya que lo esencial era que fueran capaces de pasar desapercibidos y que nadie sospechara de su secreta misión.
Y con aquel grupo de individuos, seguro que nadie pensaría que el futuro del reino estaba en manos de un mago miedoso, un paladín bailarín, un bardo dormilón y un explorador con problemas de dicción.
-Estooooo... continuemos! Deberéis viajar por las extensas y misteriosas tierras de Reinos Recordados. En ellas encontrareis mil y una dificultades y peligros a las que debéis estar adecuadamente preparados. Por este motivo, debéis dirigiros a la Calle de los gremios y buscar el local del señor Fisher Prais. Él os ayudará a equiparos con armas y provisiones para el viaje, así como os informará de mas detalles sobre vuestro siguiente destino. Solo queda deciros que tengáis mucha suerte, por lo que veo la necesitareis, y que las gentes de Reinos Recordados os estará eternamente agradecida. Por si eso no fuera suficiente, una gran recompensa os espera en mi castillo. Que la fuerza os acompañe!
Dicho esto, los cuatro “elegidos” junto con Rumick, dejaron al monarca en la habitación pensando si aquellas últimas palabras correspondían a aquel discurso o a otro que debía pronunciar la semana siguiente frente a unos engreídos y chulescos señores que se entestaban en nombrarse Jedis.
El grupo, encabezado por el enano, se disponían a volver a la gran sala para dirigirse a la Calle de los gremios, tal como les había informado Armando Jaleo Of Balls. Pero algo llamó la atención de la secreta comitiva. Si al subir al primer piso la sala era una explosión de ruido, gritos y sonidos de elevado volumen, ahora la sala parecía estar en absoluto silencio.
Rumick Aquínosefía se detuvo en seco en los primeros escalones de bajada a la sala principal de “La Muñeca Chochona”, y pensando en voz alta dijo:
-No, otra vez no! Ya es la tercera vez en lo que llevamos de semana!
Y velozmente bajó lo que quedaba de escalera, seguido de Tralin Tralan, Edenwinder, Smith y Prince.
La imagen era del todo extraña, ya que nunca se había visto una taberna donde reinara un silencio sepulcral, todos los clientes estuvieran en sus sillas, nadie decía nada ni tan siquiera se atrevían a moverse... Podría decirse que “La Muñeca Chochona” era mas silenciosa que una antigua biblioteca de monasterio.
Pero que había ocurrido para semejante freno a la fiesta que minutos antes se había iniciado con la barra libre propuesta por el propietario?
Los ojos de los cuatro “elegidos” encontraron el motivo de tal situación siguiendo los pasos de Rumick. En medio de la sala podían observar a un individuo que no dejaba de farfullar, insultar y vomitar palabras soeces de mal gusto y con muy mal genio.
El enano intentó pacificar la ira de aquel personaje, pero de un solo golpe el recién llegado mandó al amo del local varios metros mas allá. Incluso los guarda-espaldas de Rumick no tuvieron el valor de frenar la agresión que su jefe había recibido.
-Ei vosotros, panda de pardillos! - dijo dirigiéndose al bardo, al explorador, al paladín y al mago -Hoy me he levantado con muy mala leche, vengo aquí a desfogarme un poquito y qué me encuentro? A cuatro pringaos con cara de tener escozores en la punta el nabo y con ganas que venga un servidor y les reviente los morros de un guantazo!!
Un UUUUYYYY!! susurrado se escuchó en todo la taberna mientras el hombre con malas pulgas continuaba su discurso hacia el grupo.
-Y qué miráis con esa cara, pajilleros de poca monta? Mi cara? Tenéis güevos de mirarme a los ojos?! Mira que hoy estoy de mala hostia, que cuando yo estoy enfadao, que cuando estoy mosca...
Tralin Tralan, Edenwinder, Smith y Prince se miraron sorprendidos por la situación que estaban viviendo. Aquel hombre parecía que quisiera iniciar una trifulca con ellos sin tener motivo aparente.
-Mecagontoloquesemenea! Ahora mismo os voy a dar de leches que ni pa qué!
El hombre se dirigió hacia ellos con clara intención de golpear al primero que tuviera por delante. Era aquel uno de los muchos peligros que había nombrado Armando Jaleo of Balls? O simplemente aquel personaje era el típico “chulo piscinas” a quien todos desearían cerrar la boca pero nadie se atreve a dar el primer paso?
El grupo se encontraba en una difícil situación, y la aventura solo acababa de comenzar.
Hostias,queremos hostias y violencia gratuita y chistes zafios...
ResponderEliminarRealmente el Hombre-mosca posee unas dotes descomunales... para molestar, digo.
ResponderEliminar