Parece ser que mi "nueva vida" no solo me ha afectado física y mentalmente, sino que también en cuestion de gustos. Inexpicablemente, ahora mi cuerpo se deja llevar por ritmos antes desconocidos por mí.
Al sentir ciertas canciones, mi cuerpo queda poseido y no hay manera de frenar el baile desbocado y enloquecido que me domina por completo.
Hasta donde llegará este instinto musical descontrolado?
¿He acaso escuchado viva la numeración? Oh-por-dios.
ResponderEliminarCierto. No sé porqué, cada vez que escucho esta canción "me se" sube el ánimo a tope!
ResponderEliminarPavo real uuuuhhh!!
Pavo real uuuuhhh!!
¡¡¡Qué viva la numeración!!! ¡El uno, el dos y... y... los que siguen!
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