Cuando llega un mega-puente como este,
todo el mundo piensa lo bien que se lo va a pasar descansando,
haciendo aquello que más le gusta, relajándose... miedo me da!
Desde que traje descendencia a este
mundo, los puentes son de todo menos relajantes. Que si “papa,
vienes a jugar?”, que si “vamos a algún sitio?”, que si “esto
o lo otro?”... Tiempo de relajo... “0 patatero”.
Y no es que se aun problema (que no lo
es), pero llega un punto que, siendo uno friki, le gustaría tener
cierto lugar “espacio-temporal” para poder realizar aquello que
te gusta.
Normalmente aprovecho los momentos de
calma para poder “frikear” a mis anchas. Pero estas horas son por
la noche, pasadas las 11 (antes tenemos que hacer vida de pareja con
Miss More), y hasta que el cuerpo aguante. Pero no damos para mucho,
la verdad!
Poco tiempo y muchas cosas por hacer...
una de ellas escribir en el blog.
Ahora mismo, mientras escribía esta
entrada, no sé cuantas veces he tenido que poner el “en pausa”
porque Piltrafilla y Bicho estaban improvisando una carrera loca de
cochecitos de muñecas por todo el piso al más puro estilo Mad Max.
A saber los destrozos de la competición...
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