Querido diario,
Me recupero de una terrible batalla librada estos tres últimos días. Las heridas són graves y con dolorosas secuelas, pero lo más importante era conseguir la victoria... y el objetivo, pese al sufrimiento, se ha conseguido.
Tenemos que remontarnos 3 días atrás, al día 24 de diciembre. Aproximadamente a las 9 de la noche, me disponía a volver a casa para descansar de un atareado día de trabajo. Llevaba desde primera hora desbaratando los maléficos planes de una banda de Papa Noeles nudistas que intentaban establecer, en los ciudadanos de Torontontero, un peligroso síndrome de compra compulsiva del último CD de Villancicos cantados por la “mega-estreya-mundiá” Belén Estephan. Estaba agotado y con ganas de poner los pies en remojo (las botas de latex me matan!). Llegué al portal de casa y, justo cuando abría la puerta, una voz grabe me dijo:
-El que tiene cinco duros y no se los gasta en vino, es como el que tiene novia y no le toca el chumino.
Aquellas palabras erizaron el vello de mi espalda. Sería posible que nuevamente, y tras un año, hubiera vuelto a la ciudad la súpervillana Mary Morena?
Me giré algo asustado (siempre impresiona ver a la Mary en plena acción) y corroboré lo que me temía: siempre hay algo peor con aquella malvada mujer.
Vestida con un “elegante” jersey amarillo con flecos y una estrecha faldilla, la Mary quería aparentar juventud pese a tener 60 años a sus espaldas. Pero lo que mas me horrorizó fue endiablado maquillaje, a base de brochetazo, que denotaba que la Mary Morena venía con ganas de jaleo.
-En tu puerta me cagué pensando que me querías, ahora que ya no me quieres dame la mierda que es míaaaaaaa!
Tras aquellas palabras, se lanzó contra mí buscando mi boca para realizar su mortífero “lenguatazo succionador vital”. Era un ataque basado en morrear al contrario, metiéndole la lengua hasta el inicio del estomago, para más tarde conseguir ahogar a la presa. Si a eso le juntas la peste a fritanga y la saliva acidosa de la Mary... el resultado era una muerte segura. Y con muy mal gusto de boca!
Suerte que pude esquivar su embestida y pillarle la lengua con el buzón de correos. La tenía pillada por las pelo... por la lengua, pero aún era peligrosa. Contorneaba sus carnes de un lado para el otro consiguiendo que fuera del todo imposible inmovilizarla.
Agarré la decoración del árbol de navidad (lucecitas, garlandas y ttodo eso) y comencé a girar alrededor de ella como si de una noria se tratara. Así fue como conseguí detener su “bamboleo celulítico” pero...
-En el portal de Belén hay un viejo y una vieja, el viejo quiere cagar y la vieja no le deja.
Esa boca había que taparla de inmediato si no quería tener mi única neurona hecha papilla. Pero como? … Claro, las bolas! Quiero decir, las bolas del árbol.
Agarré una enorme bola de color rojo y se planté en “tol morro” cesando su canto esperpéntico. Solo faltaba llamar a los agentes de la ley para que trasladaran a la Mary Morena al calabozo. El problema fue cuando, tras 30 llamadas a la policía sin respuesta alguna, llegué a la deducción que aquella noche, los pocos “maderos” que trabajaban deberían estar peor que la Mary.
Solución: tenemos un nuevo árbol en la entrada de casa. Abulta, se queja, se mueve... pero, qué coñio, es navidad!!
P.D. Mañana te explicaré lo sucedido el 25 con el alienígena, con ganas de dominar el planeta tierra, Turr-hon y su acompañante Miss Polvorón. Nunca lo dulce había sido tan peligroso!!
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