Querido diario,
Hace mucho que no te explico nada pero es que aún me estoy recuperando de un terrible suceso que ha hecho mella en mi estado de ánimo, hasta hace poco optimista y dicharachero, tornándolo preocupantemente pesaroso y entristecido (coñio, como estamos...).
Pues eso, que hace un par de semanas, en una oscura y fría noche, estábamos Miss More y yo acurrucados bajo el nórdico de nuestro lecho de “amort” cuando mi sobrehumano sentido de la oída escuchó un sospechoso ruido. Era algo como “click... clack... clack... click...”.
Primero pensé que debía ser el reloj del comedor que acostumbra a joderse con el frío invernal (cosas de contracción y dilatación de los materiales a causa de la temperatura... ya lo explicaré otro día!), pero no, era algo mas misterioso: alguien estaba intentando forzar la puerta de entrada a nuestro cuartel general.
Acto seguido, me levanté y comencé a desplazarme sigilosamente hacia la entrada de casa.
-Chistorrilla, no pensarás detener a ese tipo con esa pinta!
Me dijo “cariñosamente” Mis More haciendo referencia a mi querido pijama de Bugs Bunny con pantalones de estampado hawaiano (e informo que soy de aquellos que se pone los pantalones por encima del jersey y, si hace falta, hasta la sobaquera).
A tal comentario, una mirada por respuesta de “no me toques las narices que sobre gustos no hay nada escrito”.
Pues bien, me dirigía cual felino entre las sombras de un pasillo iluminado (?), hasta llegar a la puerta de casa. El ladrón, el asesino, el violador, el vendedor de Tupper Ware... o quién fuera que estaba forzando el mecanismo de obertura de la puerta, aún persistía en su intento de entrar en el cuartel general del Capitán Chistorra. Era momento de actuar con rapidez, sin dudas y de una forma efectiva e implacable. Aún lo recuerdo a la perfección:
Abro la puerta de golpe, lanzo mi primer directo al rostro del individuo, puñetazo al estómago, el enemigo se dobla abrazándose la barriga por el dolor, momento para propinarle un rodillazo en todo el careto, sangre disparada en todas direcciones a causa del rebentón de nariz, me tiro al suelo y realizo la conocida llave de “El loro, el moro, el mico y un señor de Puerto Rico”, cae de espaldas, remato con un codazo en todo el pecho, le muerdo la nariz, escupo, cojo las orejas y realizo en típico movimiento de ir en moto y dar gas, intenta levantarse, le ato los cordones de los zapatos, cae nuevamente y...
-Por dios pare, pare, que soy policía!
La “mare del tanu”! Ahora es cuando me doy cuenta de la placa, la porra, el uniforme... estaba arreando a un agente de la autoridad!
Tras pedir disculpas y regalarle todo un paquete de halgodoncillos para taponar la hemorragia nasal, el poli me entrega un sobre. Sin decirme nada, maleducado del copón, va y se larga.
Todo aquello por un sobre?
Abro el sobre y... MECAGONTÓLOQUESEMENEA! Otra vez me han pillao para estar en la mesa electoral de las elecciones de Torontontero! Cagonlap*ta!
Desde aquel día he estado en un estado semi-catatónico, abandonando mis obligaciones para con la ciudad y sus habitantes. Todo por unas malditas elecciones donde se escogerá a un nuevo ladrón-mafioso-mentiroso..., en definitiva, político que nos gobierne durante los próximos 4 años.
Hoy es el día de reflexión y he estado realizando, durante todo el día, ejercicios de meditación zen, yoga, tai chi, toy story, toy sonao... o que sea para afrontar la jornada electoral de la mejor de las maneras.
Mañana me espera un laaaaaargo día de ver pasar un montón de gente, que si el DNI, que si está en la lista, que si “aquí no vota y tiene que ir a allí”que si el voto, que si el recuento, que si no cuadra... dao por culo un domingo enterito! Ya os contaré como “supero” estas elecciones.
Gane quién gane, sabed que el Capitán Chistorra vela por vuestro bienestar.
Pero qué tonto eres, Capitán Chistorra... Hay que ver lo "furro" que llegas a ser... ¿De veras creías que era cosa del caprichoso azar que los testimonios de Jehová al fin dieran con vuestro cuartel general? ¿En serio creías que el "honor" de ocupar una mesa electoral era otra fatídica coincidencia del destino? ¿¿Pero ande coño está tu instinto de superhéroe, mecagoenlalechequemamóelmicopelao??
ResponderEliminar¡¡He sido yo, MORCILLUS, tu perezoso archienemigo!!
Y que te enteres, borrico: ¡esto sólo es el aperitivo! JA JA JA JA JA JA (risa maléfica de mucho cagarse)
Ya decía yo que el destino no podía ser tan curioso (por no decir dao por culo!).
ResponderEliminarAsí que eres tu el responsable de todo estos altercados hogareños... Y yo que pensaba que aún estabas preso en Atchum (jesús!) Asylum.
Veo que de nuevo estas por Torontontero. Siempre va bien tener un incentivo para mejorar como súper. Vete preparando maldito malandrín, no descansaré hasta verte de nuevo entre rejas!!!
El Capi
Mucho hablar, mucho hablar pero todavía no os he visto dar una sola hostia. Este concurso de a ver quién la tiene más larga empieza a cansar... ¡¡¡queremos jamonas y hostias, hostias!!!
ResponderEliminarUn preocupado lector y animador social.