Querido diario,
El terror se cierne de nuevo sobre el
tranquilo cielo de Torontontero... Sí, querido amigo, como cada año
por estas fechas, sin tregua alguna, me veo irrevocablemente forzado
a enfrentarme de nuevo al terrible ataque de...
“Las shavalitas del voley
playaaaaaaaa...”!!!
Era de esperar. Cada verano, por estas
fechas, cuando más aprieta el calor, cuando la siesta amuerma tus
sentidos, cuando las patatas bravas dominan tus instintos...aparecen
ellas!
Sí, inestimable compañero de
secretos, ellas...con sus cuerpos esbeltos, apretujados en
pequeñísimos bikinis, bamboleantes a un ritmo “sensuarrrl”,
sudorosos por el calor del verano, bebiendo alocadamente de sus
botellas de agua y dejando caer parte del líquido por sus cuerpos
físicamente perfectos, dando saltitos para rematar la pelota
provocando aquella sensación de babeo al ver sus senos intimidando
la fuerza de la gravedad...uuuhhmmmm...
No!... No puedo caer tan fácilmente en
sus redes maquiavélicas, debo ser fuerrrrrrteeeee...
Este año lo tendré bastante
complicado. Si bien me encuentro en buena forma para enfrentarme a
ellas, tengo un “pequeño” handicap: no tengo gafas de sol!
En un contratiempo con una simpática
anciana que me aporreó con su bastón al quererla ayudar a llevarle
la compra (ella pensaba que la intentaba robar), me rompió mis
lentes solares al más puro estilo Cíclope y me quedé sin.
Molan mazo!
Ahora
tengo un problema: como disimulo cuando las mire...por queé mira que
es difícil no quedarse embobao!
Tendré que utilizar la táctica
milenaria del maestro Miyagui. Dar cera, pulir cera... no esta no
era! La de cazar la mosca? Tampoco... Ah no, que era la técnica de
Obi Wan Kenobi, aquella de “cierra los ojos, abre tu mente...o el
robotijo que vuela te va a poner el ojete caliente como un blaster!”.
Pues eso haré: Abrir mi mente...
Creo que la he abierto "demasiao"!
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