Uno sabe que ha llegado la primavera cuando siente de nuevo el calorcito del solete en el careto... que estamos en verano cuando comienza a ver gente en la playa... sabes que el otoño está encima cuando el viruji te hace sentir frioleras por todo el cuerpo... y el invierno, cuando es navidad!
Pero estamos muy equivocados por las
señales que nos avisan de la llegada de tan familiares festividades.
Podríamos pensar que la navidad llega
con la costosa iluminación que adornas las calles de las ciudades,
con la decoración de elementos navideños en los escaparates de las
tiendas, con aquella musiquilla que suena por las calles en modo
“bucle eterno”, con las típicas frases de “felices fiestas”
y “paz, salud y amor para los tuyos” que solo confirman la
hipocresía de quién las dice... pero no, amigos y amigas mías!
Uno sabe que es navidad cuando se
siente criatura apestosa. Por pasos y no se me alteren que tiene
explicación!
Llega la navidad y la televisión
muestra una campaña alocada de perfumes, colonias y demás productos
de belleza, consiguiendo que te sientas como un auténtico apestoso.
Que te lo están diciendo en los morros: tu, guarro, pa reyes una
colonia que te canta el sobaquillo!!
-Como te lo diría yo... te "jiere" de lo lindo bajo el ala, amigote!
Que si “agua de nosequé”, que si
perfume de nosecuantos, que si “esencia de estoylootro”, que
si... un tornado de productos destinados al buen ambiente general que
solo me provoca la sensación de, disimuladamente, irme oliendo para
saber si “canto”.
Sé que parece una tontería, y que
tiene su explicación comercial, pero siempre me ha dado la sensación
que en navidad, el 40% de los anuncios televisivos son de perfumes,
40% de juguetes y el 20%... de los que sea!
Nada, que hace años que esta sensación
me corroe por dentro cada vez que llega las fiestas navideñas y hoy
me he puesto a escribirlo. Una tontería más...
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