Después de una semana algo rara,
volvemos al ataque.
Digo “semana rara” porqué el tema
de comenzar la semanita un miércoles... no me ha sentado demasiado
bien.
Para comenzar, he de reconocer que soy
un hombre de rutinas. Que si el lunes partida de rol, que si el
martes “furbolsala”, que si el miércoles bici y correr, que si
el jueves entreno con mi “gurú” la Mega-Trutiradora (ya os
explicaré esa historia en otra ocasión), que si el viernes correr
con el equipo de los “3 asmáticos” (nada, que nos hemos
aficionado a hacer triathlones) y el fin de semana... free activity
andesea.
Ahora bien, si me cambian esa rutina
poniendo días de fiesta que modifiquen la estructura de actividades
que tengo programadas... FALLO EN EL SISTEMA, FALLO EN EL SISTEMA,
FALLO EN EL SISTEMA...!!!
Que no digo que no me gusten los días
de fiesta (porlamordediossss!), solo que prefiero que estén
repartidos en días sueltos que no “aquí dos”, “este en medio
semana”, etc. Estas semanas extrañas que comienzas a medio gas en
el trabajo pensando: pá dos días, mejor no vengo!
Este factor me afecta de varias
maneras. La perrera que me da hacer cualquier cosa, sensación
“zomboide” todo el día, algo de mal humor o poca paciencia, etc.
-Ahió, ahió, el miércoles a trabajarrrrr!!
Si a este hecho le añadimos el
“tiempomielda” que nos esta acompañando... vamos apañaos!
Porqué ya me puede decir el Hombre del Tiempo (por cierto, alguien
ha escuchado alguna vez que se llame a la señorita que nos enseña
las nuevecitas y los solecitos, Mujer del Tiempo? Es que las
meteorólogas no pueden obtener dicho título televisivo? Ahí queda
dicho) que las lluvias son necesarias, que va bien para el cultivo,
que si los pantanos están a tope, que si los bosques... Es que no
puede llover de noche o qué? Mira que nos ahorraríamos muchos
cabreos y dolores de cabeza. Sales de casa con el paraguas; ese día
no llueve. Sales de casa sin paraguas, chaparrón al canto y “calao”
hasta los huesos.
Porqué mira que me gustan poco los
paraguas. Los paraguas y la lluvia. Vaya invento mal hecho. A quién
se le ocurre inventar un artefacto que, teóricamente, sirve para no
mojarte y siempre acabas hecho una fregona. Como mínimo de cintura
para abajo. Es que el “listillo” no pensó en inventar un
paraguas de pies o es que se le fundieron las neuronas con tanto
paraguas?
Estos días grises no ayudan mucho a
estar alegre y con ganas de actividad. Lo único que buscas es que
los críos se entretengan con alguna cosilla y hacer el “perruno”
cuanto más tiempo mejor.
La cosa es que, con el cambio de
tiempo, llegó el resfriado. Y ya sabemos que pasa: mocos, tos, mal
cuerpo, cansancio... una piltrafa, oyes!
Lo bueno... sí, acabarme Los Juegos
del Hambre (Suzanne Collins) que, por si no la habéis leído, ya
tardáis. Buena novela que te engancha desde la primera página y te
mete en una especie de Gran Hermano pero con temática de
supervivencia. Es la primera de una trilogía que, seguro, acabo por
leérmela antes de navidad. Me falló un poco el final, que me
esperaba algo más “sorpresivo” o impactante. Pero no es tan
grave como para no ponerle una buena nota.
Otra, que el lunes comenzaremos otra
nueva aventura con la gente de La Partida del Lunes. Partida de rol
dirigida por Jorge, que seguro que nos mete en más de un problemon,
al que nos tendremos que enfrentar con sus maléficas huestes de
monstruitos.
Y la mejor es que, con intención y
alevosía, le enseñé a jugar a Ms. More a MAGIC. Y mira tu por
donde, le gustó el tema. En estos días, cuando Piltrafilla y Bicho
dormían, hemos hecho partillidas y no se le da del todo mal.
Esperemos que no pierda en gustillo y podamos jugar en más de
ocasiones.
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