Mi buen amigo Jorge, amo y señor de Mil matices de gris, comentaba hace escasos dos días que había comenzado sus vacaciones.
… quecabrón...
Y es bien cierto lo que dice. El género humano tiene aquella fabulosa virtud de mofarse del prójimo cuando uno está de vacaciones sin llegar a pensar que, en algún momento de la eternidad eterna, aquella persona, de la cual nos estamos burlando pensando lo “pringao” que está mientras nosotros nos tocamos los cataplines, tendrá algún día sus merecidas vacaciones.
Y es que somos así! Cuando alguien cae en desgracia, porqué hay que reconocerlo: trabajar es una desgracia, nos lo pasamos pipa pensando en lo afortunados que somos por esto y por lo otro.
Por poner un ejemplo: disfrutamos de lo lindo cuando a aquel, que nos cae como el culo, se separa de sus novia. Que sí, que vamos y le decimos que ánimos, que si no te merecía, que si encontrarás algo mejor... yunamierda! Por dentro pensamos: ahí tas quedao tirao, pringao!
Pero como nos ponemos cuando nos enteramos de que la ex-novia le ha dejado porqué se ha enterado que estaba liado con otra, y que esa “otra” es tu pareja. Ahí, ya no nos hace tanta gracia!
Bueno, no sé si sirve como ejemplo... pero da igual.
Lo que sí es cierto es que Jorge tiene por delante 3 semanas para hacer lo que le plazca.
… quecabrón...
Leer, ver pelis, siestas (que no le sientan muy bien que digamos), escribir, preparar su partida de rol... vamos algo parecido a lo que tenía pensado para este pasado puente y que al final se quedó en nada. Bueno, en una enorme perrera que duró tres 4 días. Ni leer (caía dormida a la segunda línea), ni escribir (los aliens no me dejaban), ni ver pelis (no comment), ni... Bueno, una cena romántica con Miss More si que cayó en el bote. Pero bueeeeno... que se le va a hacer!!
Pero vayamos a lo importante de esta entrada. Bien lo importante no sé, pero el objetivo de esta chorrada escrita es hacerle un pequeño “regalito” a Jorge.
Sé que hay un lugar que le trae loco. Y durante estas vacaciones, años atrás, acostumbraba a viajar hasta allí, cruzando el charco, para disfrutar de unas maravillosas vistas, buena compañía y buena bebida. Este año no le ha sido posible viajar, pero le regalo una cancioncilla que, como mínimo a mí, me gusta.
Disfruta de las vacaciones, compadre.
… quecabrón...
Post-entrada: he visto ahora mismo que has colgado el corto en tu blog. Y juro, y perjuro, por el FANTÁSTICO escote de Power Girl que esto no es una "churrupaíta de p*llas" entre amigos.
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