Querido diario,
Hoy no voy a hablarte de como fue mi primer encuentro con el maligno Morcillus, ni como me enfrenté al grupo de villanos “Los 4 asmáticos”, ni tan solo como pude salir con vida cuando fui acorralado por aquel ejército de amazonas plutonianas sedientas de sexo desenfrenado (uuuhhmmmm!..).
No, hoy voy hablarte del quien tendría que ser un compañero de trabajo, a quien tendría que considerar un socio de la lucha contra el mal, a quien debería ser un amigo al cual pedir ayuda cando se necesita.
Digo “tendría” porqué, evidentemente, no es no compañero, ni socio y, mucho menos, amigo. Estoy hablando del Capità Enciam (Capitán Lechuga para los que no son de Torontontero).
Mira que debe ser buen chaval, majote él con su capa de color verde, su melena al aire, su lechuga estampada en el pecho... Pero es que le tengo una tirria!
El otro día, después de meter la cabeza de un par de gamberretes en el lavabo de un instituto por haber llamado a un pobre chico “Violador de Hello Kittis” (cosa que considero de muy mal gusto..., por la Kitti esa, digo!), pensé en tomarme un pequeño descanso en el bar del centro educativo y recordar viejos tiempos.
Al llegar mi sorpresa fue suprema ya que vi, en aquel pequeño escaparate que hay sobre la barra donde se muestran todas las maravillas del mundo de la bollería y pastelería 100% química, unas cañas de chocolate que me gritaban a destajo un “comeme, comeme... toda, toda... así, así... dame plassser, amorsssote!”. Como no, me las zampé sin pensármelo dos veces, pero al meterme el quinto bollo, alguien me tocó el hombro y sentí una voz aguda que me decía:
-O sea, que tu eres ese super-guachi-mega-molón superhéroe, no! Como mola, chicas, te lo juro por Spears que esto lo cuelgo yo en mi muro del Facebook.
Aquí el equipofemenino pidiendo un Aquarius y 5 cañitas.
Era el equipo de gimnasia artística que salia de su sesión de entrenamiento y aún iban con esos mallots ajustados a mas no poder, sus calentadores, su cinta en el pelo y su maquillaje extrañamente intacto tras el duro ejercicio físico.
-Pues sí, soy el Ca...
-Mola mogollón! O sea, esto es mejor que aquella vez que encontramos a los del Tokio Hotel comprando las Barbies en el Carrefour!
-Si, pero es que yo soy...
-Sí, sí, sí... Si ya sabemos quien eres! O sea, tu eres aquel super-stupendo de la vida que va salvando a los pringaos del mundo, no? Sí, estas super-mono con esa barrigita al aire. Te lo juro por el AAAAAUUUUHHH de la Shakira!
La conversación no era muy fluida, que digamos. Yo intentaba hablar y ellas me avasallaban con sus “o sea”, sus “telojuro” y sus “quemono”.
Y entonces apareció él.
-Home, si es el Capitán Chistorra!
El Capità Enciam (el lechugón) me dio un manotazo en la espalda como si fueramos amigos desde siempre. Y no hay cosa que me moleste mas que uno llegue y se crea el amigo de todos. Y mas si va vestido de verde moco y con la melena al aire.
Que asquito te tengo, que lo sepas!!
El tío iba de “enrollao de la vida”, de colega de la peña, de modernito del momento.
-Qué noi, explicando a estas jovencitas la importancia de comer 5 raciones al día de frutas y hortalizas... O de la vital importancia de respetar el planeta intentando contaminar al mínimo... O no estarás explicando el poder secreto de las 3 ERRES: Reciclar, Reutilizar, Reducir!
Y yo pensé en aquel momento: verduras y hortalizas con lo buena que está la panceta, la morcilla, el ternasco, la butifarra, los huevos rellenos, la fabada astuariana, el puchero de la agüela... Respetar el planeta cuando hace años que nos venden la película de que se acaba el mundo y el cambio climático y todo sigue igual... de las 3 ERRES! Tu me has visto cara de Barrio Sésamo??
Aguanté las ganas de estampar su careto en el tablón de anuncios, entre “Se busca compañera de piso que sepa cocinar, lavar y planchar. Llamar a Jose Mari” y “Fiesta de Telecos. Barra libre a partir de las 6 de la tarde. Concurso de vómito multicolor”
Lo que ya me sacó de mis casillas fue cuando acabó su discursillo para impresionar a las chavalitas con aquello que nunca se cansa de repetir: “Els petits canvis són poderosos” (los pequeños cambios son poderosos).
Pequeños cambios... pequeños cambios... Pequeña se te va a quedar a ti cuando te meta el lechuguino por el trasero.
Perdona, querido diario, pero con los “hippies come-flores” no puedo!
Querido Capitán Chistorra,
ResponderEliminaralgo extraño pasa con su blog. No se me actualiza en el mío (a diferencia de otros) y no se cuando
zzzzzzz
ay, que me he quedao traspuesto... sigo, que no sé cuando ha hecho una nueva entrada. ¿Morcillus tendrá algo que
zzzzzzzz
ver?
Un abrazo
Jorge
P.S. ¿Pero a alguien le caía bien el capitán enciam? ¿Alguien equilibrado psicologicamente, quiero decir?
NO, NUNCA ENTENDÍ LO DE...ELS PETITS CANVIS SÓN PODEROSOS!!!!!
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