Tos, mocos, mal cuerpo, sensación de mareo, ganas de dormir... así he pasado yo el fin de semana!
Esperando ansiosos durante toda la semana la llegada del viernes y comenzar el fin de semana, y cuando salgo del trabajo comienzo a notar la aparición constante de una masa viscosa de color verde que aparece profusamente de mi nariz. Mocos!
A partir de ese momento todo es una caída en picado hacia un malestar generalizado que te asquea el fin de semana.
Para comenzar, dormir aislado del resto de familia para evitar posibles contagios y, la razón principal aunque se diga por lo “bajini”, no molestar mientras duermen.
Otra es el tener que embadurnarse con Vicks Vaporub, que acabas pareciendo un espécimen alienígena de forma viscosa que se comunica a base de esputos.
La siguiente es la de ir todo el día con pijama ya que tu modus operandi es de la cama al sofá y del sofá a la cama. Ya está bien ir en pijama pero por alguna razón que no sea esta (porque te ha tocado la loteria y no tienes que ir a trabajar nunca mas, por ejemplo).
El cuerpo perruno que se te queda es otro motivo de enfado. No aguanto tener la sensación de no querer hacer nada. Hasta ir a mear parece que cansa!
La nariz irritada de tanto sonarse también es razón de acordarse de la madre del creador del resfriado. Te miras al espejo y pareces el payaso del Micolor a quién, el amo de la lavandería, le ha reventado la nariz de tanto lavar y lavar esa estúpida camisa de colores.
Lo peor ha sido aguar el fin de semana a la familia. Teníamos algún que otro plan y se ha tenido que posponer a causa de mi baja por mega-ultra-hiper-resfriado. Espero poder recompensarlo mas adelante.
Por cierto, hay cosas que no cambian: aunque estés jodido, hay momentos que tienes que estar al 100% con las criaturas. Por ejemplo el sábado por la mañana. Estábamos todos en el comedor: mi “More” organizando ropa de los críos, el “Bicho” gateando de aquí para allí dándose cabezazos en todos laos, yo en el sofá emulando la grandes superproducciones del cine de zombies, y mi “Piltrafilla” que pedía música.
-Vale, pongo música.- le dije buscando algo que fuera tranquilo, sosegado, sin mucha percusión...
-Pero bailas conmigo, eh!- dijo mi “Piltrafilla” con esa sonrisa que sabe hacer cuando quiere conseguir algo (y sabe que lo conseguirá!).
Ah, amigo! Si hay que bailar con este cuerpo asqueado que tengo, mejor que sea algo muy, pero que muy bueno. Y al final encontré la medicina perfecta para olvidarme del resfriado, aunque fuera solo por unos minutos.
lo compensarás, claro que lo compensarás....
ResponderEliminarAins... qué grandes los blues brothers... a ver si convenzo a A. y la vemos esta noche... Por cierto, ¿seguro que es un simple resfriado? A ver si vas a llegar el lunes al trabajo con ganas de comer, comer, comer...
ResponderEliminarPobrete! A mi lo de los niños me pasa con mis hermanos que me piden jugar y yo tengo el cuerpo como para bailar jotas... Recuperate! Saludos :)
ResponderEliminar