Ya hace dos o tres de años que un par de amigotes y yo nos comenzamos a reunir, una vez por semana, para jugar a rol. Después de mucho tiempo de “parón” de dados, conseguimos iniciar lo que parecía un grupo con el que poder jugar y pasar un buen rato.
La cosa iba mas que bien hasta que uno de los componentes del grupo, hasta el culo de trabajo, abandonó nuestros encuentros roleros.
Aún así, Jorge y yo, continuamos quedando y tirando “palante” nuestras aventurillas.
Mi sorpresa fue tremenda al conocer que A., pareja actual de Jorge, se animaba a participar en una de nuestras partidas y a “desvirgarse” (que mal suena eso!) con nosotros en el tema del rol.
Así pues, iniciamos una campaña de JUEGO DE TRONOS donde yo, como master, prometí ponerles las cosas muy “chungas” a la parejita de tortolitos.
Lo que me hacía realmente gracia era poder colgar en el blog la evolución de la partida y las aventuras de los personajes. Poco a poco (espero que cada semana) colgaré la sesión de juego para que, quien quiera, pueda estar al corriente.
Espero que la, quien sea que lea esto, lo disfrute.
1a. sesión
Acompañados por un fabuloso aperitivo de plátano frito (la madre que güeno que estaba!) nos dispusimos a realizar la tarea mas ardua y pesada de cualquier partida de rol: el coñazo de la creación de personajes.
Jorge se “pidió” un maestre/tutor con muy malas pulgas y poco interesado en hacer amigos, bajo el nombre de Alister. Curioso el hecho de tener como acompañante a un “perraco” llamado Talantas que puede le sea de ayuda en algún momento de la aventura.
A., en cambio, pensando yo que escogería ser una frágil y débil damisela, se “pilló” ser el hijo pequeño del clan McCalister. Parker, así se llama su personaje, es un muchacho de unos 24 años con una gran capacidad de intimidación. O sea, que lo ves y te cagas patas abajo! Tiene chucho? No, no tiene chucho. Pero a veces es algo olvidadizo (padece estados de amnesia que utilizaré cuando me plazca).
Presentados los personajes... se abre el telón.
El destino de la casa McCalister
Hace años ya de la muerte de Robert McCalister, noble poseedor de las tierra del sur del continente. Durante los años de su liderazgo los habitantes de aquellas tierras habían vivido en paz y tranquilidad. Robert era un buen hombre, preocupado por las gentes que vivían bajo su dominio y protección.
Unas terribles fiebres sumergieron al noble en un oscuro pozo al que solo le podía acompañar el frío tacto de la muerte.
Al ver cercana la hora de su muerte, el cabecilla del clan McCalister, decidió repartir sus tierras entre sus tres hijos: Igfrid, William y Parker.
Al principio parecía que aquellos tranquilos tiempos de paz y armonía serian parte de la herencia de Robert McCalister para con sus hijos. Pero estaban equivocados.
Pasados un par de años de la muerte del estimado noble, llegaron a oídos de los hermanos que el noble de las tierras vecinas, Orson de Nulster, quería invadirlos. En dos meses tendría el ejercito necesario para realizar tal invasión.
Los herederos del clan McCalister se reunieron en Eastern para decidir qué hacer al respecto. La tensión era palpable en los rostros de Igfrid, William y Parker. Este último, insistió en que le acompañara su tutor Alister, conocedor de entresijos políticos y situaciones resueltas por medio de las armas.
Muchas son las opciones planteadas: pedir ayuda al noble de las tierras del oeste, el clan Tyrone; avanzarse a las acciones de Nulster y atacar primero, propuesta poco realista dado el tiempo y los efectivos que el clan McCalister tiene bajo su poder; realizar un encuentro con Orson de Nulster para aclarar las disputas (opción que se abandona de inmediato al recordar el talante poco amigable de Orson)...
Finalmente, la opción mas viable es la de pedir ayuda al clan amigo de Dorren situado mas allá de sus tierras. Para ello deciden enviar una paloma mensajera con un mensaje: proponer un encuentro y establecer una alianza.
Una vez enviado, Igfrid y William, deciden dirigirse a sus respectivas ciudades y esperar la respuesta del noble de Dorren.
El maestre Alister, enormemente desconfiado, ordena que sus contactos de Norwich (ciudad de Igfrid) y de Iglen (ciudad de William) le avisen de cualquier situación sospechosa. Puede que dude de tal posible invasión? Sospecha Alister de los hermanos de Parker? Tiene en mente algún oscuro propósito?
Mientras esperan la llegada de mensaje de encuentro con Dorren, Parker y Alister deciden participar en una cacería.
El hijo menor de los McCalister, encuentra unas huellas de ciervo muy frescas y, siguiendo el rastro, encuentra su preciada presa: un enorme ciervo. Pero algo irrumpe en la cacería. Un enorme jabalí aparece de unos matorrales dirigiéndose salvajemente hacia Parker. Esta solo ante el peligro, ya que Alister se encuentra a bastante distancia.
El joven noble prepara su arco, pero los nervios le juegan una mala pasada y la tensada cuerda del arma se rompe. Deberá luchar contra la bestia cuerpo a cuerpo.
Pero la fortuna se pone del lado de Parker. Un acertada estocada con su espada en el cuello del animal, deja sin vida de inmediato al jabalí. Parker demuestra que, todo y ser joven, puede llegar a ser un buen guerrero. Siempre y cuando siga las enseñanzas de su tutor Alister.
Yo no sé si me he enterado de todo o de nada, solo sé que os lo pasais de puta madre jaja.
ResponderEliminarUn saludo!
Cloe... lo que nos lo pasamos de muerte es un hecho. La escusa de encontrarnos para jugar a rol y hacernos pasar por otra persona, es la escusa para reirnos mucho, mucho y mas.
ResponderEliminarSaludos y kissus
Nos lo pasamos de puta madre y teta y pirata y es la monda lironda... esta partida la hemos empezado muy serios, pero veremos como acaba... que ya me imagino como.
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